3 jul 2012

Timerman: “Argentina no pretende colonizar Malvinas, las Islas son una colonia de Gran Bretaña”

El canciller Héctor Timerman aseguró que “Argentina no pretende colonizar las Islas Malvinas", ya que por el contrario "son una colonia de Gran Bretaña”, y calificó como una “vergüenza” que “un miembro del Consejo de Seguridad” de Naciones Unidas como el Reino Unido “ignore las resoluciones" del organismo internacional. 
Asimismo, el Canciller afirmó que la situación dada entre ambos países “la vamos a resolver el día que Gran Bretaña acepte cumplir con las resoluciones de ONU y se siente a negociar con la República Argentina como lo han dicho más de 40 resoluciones aprobadas por este cuerpo”.
En conferencia de prensa con los medios, tras la exposición de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ante el Comité de Descolonización de ONU, Timerman dijo que hoy es un día de “particular emoción y orgullo para todo el pueblo argentino”, dado el renovado apoyo recibido de dicho órgano para que las negociaciones bilaterales sean retomadas. El Comité, “unánimemente, con el voto de todos sus miembros, países del África, de Asia, del Caribe, de las Américas, han reiterado la obligación del Reino Unido y la República Argentina de reanudar las negociaciones para resolver el conflicto de soberanía de las Islas Malvinas”. No obstante, mencionó Timerman, “nos apena que Gran Bretaña no esté presente como le sugirió el secretario General (de ONU, Ban Ki-moon) de participar de este Comité” siendo que “tiene todo un simbolismo que ignore los órganos de Naciones Unidas”.
 A su vez, citando las palabras de Cristina minutos antes en la ONU, el Canciller aseveró que desde el gobierno nacional “estamos listos para sentarnos a la mesa de negociaciones y cumplir con la resolución y las 39 resoluciones que la antecedieron, porque la Argentina cree que todos los países miembros de las Naciones Unidas tienen que aceptar la decisión de este cuerpo”. Al respecto, agregó, “no nos cabe dudas de que las Malvinas son argentinas, sin embargo consideramos que el llamado de ONU es una obligación para mi país y debería ser una obligación para el Reino Unido también”. Bajo este marco, aseguró el titular del Palacio San Martín, “es una vergüenza que un miembro del Consejo de Seguridad como el Reino Unido ignore las resoluciones de Naciones Unidas” y se preguntó cómo hará ese país “cuando esas naciones le pueden mirar a la cara y decirles: `ustedes no cumplen con las resoluciones. ¿Por qué deberíamos cumplir nosotros?´”.
Por otro lado, Timerman recordó la carta enviada días atrás al ministro de Relaciones Exteriores inglés, William Hague, con el fin de transmitirle al viceministro para la región Jeremy Brown una invitación a reunirse con él en Buenos Aires en su paso hacia Malvinas, y así iniciar un diálogo sobre las relaciones bilaterales. “Todavía no recibí respuesta”, aseveró el Ministro señalando que desde el Estado argentino “estamos dispuestos a aceptar cualquier carta que nos envíe el gobierno de Gran Bretaña”.
 “Es más, estaríamos deseosos de recibir alguna vez alguna respuesta a las cartas que le he enviado” a Londres siendo que el “Estado argentino dialoga con el reino de Gran Bretaña tal como lo indican las Naciones Unidas”. Argentina, concluyó el Canciller, “no pretende colonizar las Islas Malvinas, las islas son una colonia de Gran Bretaña” y esto “no lo dice Argentina, lo dicen las Naciones Unidas”.
Via/ Telam

Malvinas sonó fuerte en Wimbledon

El recuerdo de la guerra por las Islas Malvinas se coló en el corazón de Inglaterra, en uno de los torneos más importantes y prestigiosos del tenis en el mundo. 
La italiana Camila Giorgi, que logró el triunfo más importante de su corta carrera ante su compatriota Flavia Pennetta en la primera ronda de Wimbledon por 6-4 y 6-3, concentró la atención del público y los medios. Y así comenzó a hablarse del pasado de su padre Sergio, que también es su entrenador, un platense que combatió en las Islas y que luego emigró a Italia para seguir con sus estudios de medicina.

“Vamos de vacaciones, no va a pasar nada, decía yo. Pero la realidad es que tuve mucha suerte de volver entero. Vi morir compañeros. Evité mirar sus cuerpos. Al menos cuatro veces estuve muy cerca de… tuve mucha suerte”, le contó Sergio, hoy un hombre de 48 años, al periodista Juan Ignacio Ceballos de ESPN a fines del año pasado.
Sergio tenía 19 años -uno menos que su hija hoy- cuando le llegó la notificación: debía, pese a haber terminado el servicio militar, unirse a los soldados que viajarían a las Islas. Cuando la guerra terminó, Sergio quiso ser médico y en 1987 se mudó a Roma incentivado por una beca universitaria. Contra la corriente. Camila nació en Macerata el 31 de diciembre de 1991. Fue la tercera de los cuatro hijos del matrimonio de Sergio y Claudia, también argentina: primero llegaron Leandro y Amadeus, por último Antonela.
“Yo no tenía idea del tenis cuando mis hijos mayores comenzaron a jugar. Camila hacía gimnasia artística, e inclusive a los 5 años la llamaron de la selección nacional italiana. Pero ella quería jugar al tenis, como sus hermanos. Entonces yo comencé a enseñarle", contó Sergio a ESPN. Si hay algo que siempre tuvo en claro Sergio fue su afán de no convertir a su hija en una mera mercancía del negocio del tenis. Metódicamente, se ha encargado de negarle la representación de la pequeña a muchas agencias que fueron tras sus pasos porque hay ciertas exigencias que nunca quiso ceder: el interés de que se entrenara en determinada academia o la obligación de entregar el dinero ganado a cambio de apoyo.
Así, Camila y su padre pasaron sin éxito por Milán, donde la Federación Italiana quiso que se mudara a Estados Unidos. Luego buscaron forjar la carrera de la pequeña en España y Francia, donde trabajó con ex entrenadores de importantes tenistas, pero tampoco les fue bien: Sergio contó que todos buscaron hacerla jugar juniors y cerrar un contrato con algún agente. Incluso en 2010 viajaron a Argentina, donde se reunió con Raúl Pérez Roldán, a quien tildó de “tránsfuga” y con Tito Vázquez, porque Sergio quería que Camila representara a la Argentina en la Fed Cup. “Pero todo quedó en la nada”. La visibilidad del talento. El gran 2011 de Camila, más su primer victoria en un Grand Slam -derrotó a Flavia Pennetta, preclasificada número 16, y se convirtió en una de las sorpresas del torneo- podrían abrirle puertas que hasta ahora estuvieron selladas.
El año pasado cosechó su primer título ITF en Carson, este año se consagró en Doha y se encuentra en el puesto número 145 del ranking mundial. A los ojos del mundo, se trata de la tenista que sucederá a jugadoras italianas de la talla de Francesca Schiavone y la misma Flavia Pennetta. Ya antes de ingresar al cuadro principal de Wimbledon llamó la atención al vencer a Emily Webley Smith, Olivia Rogowska y Alexa Glatsch sin ceder un solo set. Mañana deberá enfrentar un nuevo desafío: vencer a la georgiana Anna Yatishvili, 73 del ranking mundial.
Corazón dividido. Camila conoce la historia de su padre y lo admira. A través de él -y de su madre- aprendió a amar a la Argentina. Habla español, como también maneja su lengua madre, el inglés y el francés. Disfruta de sus viajes a Sudamérica, y ve en Juan Martín del Potro un modelo a seguir. “Sueño con poder comprarme un piso en Buenos Aires. Me encanta, amo esa ciudad, y voy cada vez que puedo”, dijo recientemente en una entrevista.
Camila nunca disputó la Fed Cup, por lo que podría ser convocada tanto por Argentina como por Italia para competir en uno de los torneos más importantes de tenis femenino. En conferencia de prensa, según refleja su página web oficial, Camila contó que la Federación italiana la fue a saludar luego del triunfo ante Pennetta, y que la felicitaron por su juego. Sergio agregó que la relación es buena, pero que todavía no se habló de apoyo financiero para la jugadora. Ella, por lo pronto, responde con simpatía: “Si hoy me dieran a elegir entre representar a Italia o Argentina, realmente no sé qué responder. Pero si desde la tierra de mis padres me llamaran, lo tendría en cuenta”.
Via/ Los Andes