26 feb 2014

Geología y Geomorfología

El archipiélago de las Malvinas está constituido por más de 100 islas e islotes. El perfil de las mismas es resultado de una larga evolución geólogica, que se inició durante de los Tiempos Precámbricos, junto al resto de las masas continentales.
Su Basamiento cristalino está formado por rocas graníticas y gneiss.
Cuando el primitivo continente de Pangea se dividió, fueron sedimentándose restos marinos devónicos junto al actual territorio suramericano.
Éste formó parte del megacontinente paleozoico, Gondwana.
De los fragmentos resultantes de su fractura, se conformaron las islas, dos de las cuales corresponden a las mayores del archipiélago de Malvinas: Soledad y Gran Malvina.
Los restos fósiles hallados en ellas las vinculan con el continente suramericano. Durante la era Paleozoica se produjeron depósitos propios del glaciarismo, común también a Suramérica; especificamente, los estratos resultantes que se relacionan con la Precordillera Patagónica, en la Provincia de Chubut.
Asimismo, la plataforma de las Islas Malvinas se articula dentro de la plataforma continental argentina, constituyendo una misma unidad geológica. Este hecho es uno de los fundamentos geográficos del reclamo argentino de soberanía sobre las islas.
Mapa Malvinas

Relieve
El Relieve está representado por planicies suavemente onduladas, con algunas sierras de poca altura, redondeadas, debido a que fueron sometidas a una intensa erosión.
En la Isla Soledad, el Cerro Alberdi, 705 m, forma parte de una línea de ondulaciones denominada Rivadavia, la cadena de mayor extensión. La mayor altura de las islas se halla en la Gran Malvina, es el Cerro Independencia, 700 m.
En el Paisaje malvinense existen los denominados "Ríos de Piedra", es una formación particular que fue descripta por Charles Darwin, en su viaje a esta región. Estos depósitos pedregosos son altamente permeables, contenido agua subterránea en su interior.
Mapa geológico Malvinas
Imagen: Enciclopedia Libre Universal en Español
Se relacionan con el glaciarismo paleozoico, que arrastró dichos bloques a medida que los hielos se derretían y deslizaban siguiendo la fuerza de la gravedad. Las costas en Malvinas son, en general, acantiladas e irregulares, interrumpidas por valles fluviales hundidos y penetrados por el mar.
Sobre el estrecho de San Carlos y en la Bahía Agradable, entre otros sitios, se ubican playas de declive suave. El paisaje se asemeja al de la Patagonia Extrandina. En las áreas más bajas se forman turberas, generalmente cerca de las costas, originadas por el depósito y posterior descomposición de vegetación, que sirven como combustible, al igual que las acomulaciones de turba en la Patagonia, que son de idéntico origen.


Climatología
El clima en Malvinas es frío, determinado esencialmente por su alta latitud. No obstante, la presencia del mar influye en la escasa oscilación térmica. La nubosidad es casi constante -la heliofanía es baja-, con vientos fuertes y persistentes, principalmente provenientes del Noroeste, Oeste y Sudoeste, en razón de que las Islas están situadas en una franja de vientos permanentes del Oeste.
Durante el mes de diciembre predominan los días con precipitaciones intensas, aunque las lluvias tienen una presencia regular a lo largo de todo el año: llovizna casi todos los días y en invierno son habituales las nevadas.
Comparte estas caracteristicas con el extremo sur del continente americano, que no se encuentran, sin embargo, en otras masas continentales del Hemisferio Austral.
Aún así, el hecho de estar rodeadas de mar atempera el rigor de los caracteres continentales propiamente patagónicos.
El clima de las Islas Malvinas no posee verano térmico: la temperatura media del mes más cálido se mantiene por debajo de los 10º C, aunque en ocasiones pueden registrarse máximas de hasta 20º C. La evaporación es baja, por lo cual hay excedente hídrico. Su humedad relativa es superior al 80 %.
Es común que en un mismo día se presenten momentos de lluvia, chaparrones, granizo o aguanieve, seguidos de momentos de sol.


11 feb 2014

Malvinas, Prueba de Fuego para Suramérica

Con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, el 1 de diciembre de 2009, Gran Bretaña logró que nuestras Islas Malvinas formaran parte de la región ultraperiferica de la Union Europea. Así los 27 miembros de la Unión Europea se hicieron complices y garantes de la usurpación británica de la Islas Malvinas. Gran Bretaña consiguió de esa forma europeizar la ocupacion de Malvinas.
Por lógica consecuencia, la única estrategia posible para la Argentina, a partir de ese momento, consistió y consiste en latinoamericanizar y suramericanizar el tema Malvinas, para que las Repúplicas de América Latina se conviertan en activas protagonistas del proceso de recuperación de la soberanía Argentina sobre las Islas del Atlántico Sur.
Resultan más que alentadores, en ese sentido, las palabras pronunciadas en febrero de 2010 por el entonces presidente de Brasil, Lula Da Silva, quien en tono categórico afirmó: No es posible que la Argentina no se adueñe de Malvinas y que el contrario, lo haga un país que está a 14.000 kilómetros de distancia de las Islas. ¿Cuál es la razón geográfica, politica y economica por la cual Inglaterra está en Malvinas? ¿Cuál es la explicación politica de las Naciones Unidas para que no hayan tomado una decisión?

Es necesario que empecemos a luchar para que el secretario general de las Naciones Unidas reabra ese debate con mucha fuerza. Sin dudas, durante esa Cumbre de la Unidad América Latina y el Caribe en la que Lula Da Silva hizo esas declaraciones, la Argentina ha dado un paso importante, para latinoamericanizar y suramericanizar su reivindicación de Malvinas, consiguiendo que todos los países hermanos de América Latina condenen la usurpación Británica y su intento de apropiarse de la riqueza petrolera malvinense.
Sin embargo, es preciso pasar, de forma inmediata, de la solidaridad declarativa a la solidaridad efectiva. Pasar de las palabras a los hechos. Para la Argentina resulta imprescindible elevar los costos de la ocupación Británica de Malvinas y dificultar todas las actividades económicas que los ingleses decidan emprender en el archipiélago o en sus aguas adyacentes.
Este es el objetivo táctico que debe guiar, como principio absoluto de acción, la politica Argentina respecto de Malvinas. Hasta ahora, Gran Bretaña ha disfrutado de un cómodo statu quo. La Argentina debe bajar el tono de las declaraciones y pasar a hablar con la contundencia de los hechos. Es, en ese sentido, que la Argentina necesita del apoyo efectivo de todas las repúblicas de América Latina pero, fundamentalmente, de tres de ellas: Brasil, Uruguay y Chile.
Evidentemente la Argentina no puede, dada la relación de fuerzas, impedir la explotación petrolera en el archipiélago malvinense de parte de Gran Bretaña, pero puede, contando con la solidaridad efectiva y no solo declarativa de Brasil, Uruguay y Chile, hacerla muy difícil en términos técnicos y económicamente muy costosa.
El caso Malvinas es la gran oportunidad para que Brasil demuestre cuánto valen sus palabras y para que Chile borre la infamia que comentiera la dictadura militar de Augusto Pinochet Ugarte cuando, en plena Guerra de Malvinas, suministró apoyo logístico a las fuerzas navales y aéreas Británicas. Apoyo que contribuyó a la muerte de cientos de soldados Argentinos. Malvinas es la prueba de fuego de Unasur.