Los nativos son, en su mayoría, descendientes de los colonos enviados desde 1842 desde Gales y Escocia tras la usurpación británica de 1833 como parte de una política de afirmación del enclave colonial.
Se trata de una comunidad implatada y no constituyen, por lo tanto, un pueblo originario de las Islas.
Desde 1983 el gobierno inglés les ha concedido la ciudadanía británica, cosa que ha vuelto a confirmar su pertenencia al Reino Unido, contradiciendo de que este modo los argumentos que los propios ingleses presentan cada año en las Naciones Unidas en apoyo a la "autodeterminación de los isleños" como "pueblo libre", integrante de la Commonwealth.
En las Islas Malvinas tampoco hay un gobierno independiente elegido libremente por sus habitantes. Esto también es prueba de la pertinencia del principio de autodeterminación de los pueblos en el conflicto por Malvinas.