Así lo establece el borrador de la nueva Constitución que se estudia para las islas. FUENTES DEL GOBIERNO NACIONAL ASEGURARON QUE PROTESTARAN "EN SU MOMENTO"
En una estratégica aunque controvertida apuesta al futuro, el gobierno probritánico de Malvinas busca restringir la presencia de argentinos en las islas. Así se decanta del borrador de la nueva Constitución que el Consejo Legislativo de las islas envió al Foreign Office (Cancillería británica) para su estudio. Este consigna que sólo podrán adquirir estatus de isleños, y por lo tanto residir y hasta votar en las islas, quienes sean ciudadanos británicos. Lo dijo recientemente a la agencia Mercopress el consejero de las islas Mike Summers, uno de los arquitectos de la política de rechazo a la Argentina: "Esto no es sólo para remarcar 'lo británico' de las Falklands, sino también para evitar la posibilidad de que sean habitantes de las Falklands aquellos cuyo único pasaporte provenga de un país no amigable.
"En la reforma constitucional sobre la que los kelpers trabajan desde hace ocho años, y en la que permanecen abiertos varios puntos --que Londres debe consensuar--, el estatus de isleño y la cuestión de la autodeterminación es uno de los aspectos más consensuados. Dado que las Malvinas están bajo dominio del Reino Unido como territorio de ultramar, el isleño suele poseer pasaporte británico o de otra nacionalidad. Pero en la legislación futura sólo los británicos accederán a dicha condición.
Es que el endurecimiento de las leyes migratorias de los kelpers evitará claramente que los argentinos colonicen las islas ya sea por residencia o por matrimonios. No deja de llamar la atención semejante retroceso. Es que sobre el final de la guerra de 1982 los isleños impusieron la prohibición total de la entrada a las islas con pasaporte argentino. Pero el obstáculo fue removido por Carlos Menem y Tony Blair en 1999. Pero los isleños realizaron otra movida estratégica en favor de su futuro: impusieron unilateralmente un nuevo régimen pesquero que extendió las licencias a buques extranjeros hasta por 25 años.
El otro punto inquietante de la reforma constitucional que negocian ahora es el que hace a la autodeterminación, un "significativo movimiento hacia el futuro", destacó Summers. Por propuesta isleña, ya aceptada por el Foreign Office, según Mercopress, se busca frenar "el persistente reclamo de soberanía" que Argentina le hace al Reino Unido. En la nueva Constitución este pedido de autodeterminación ya no figura en el preámbulo del texto sino en el Primer Capítulo, en sintonía con los términos de la Carta de las Naciones Unidas.
La reforma constitucional también embarcó a los isleños en una pulseada con los británicos en temas como el alcance del poder que tendrá en el futuro el gobernador, que es un funcionario del Foreign Office. Y también en los usos y derechos de los recursos naturales. Vale recordar que desde hace tiempo Londres le viene reclamando a las islas una renta hidrocarburífera en caso de encontrar petróleo. Al fin y al cabo, son los contribuyentes británicos quienes pagan por su defensa.
Fuente: Clarin