Luego de la batalla de Caseros del 3 de febrero de 1852, la Confederacion Argentina inicio una nueva relacion con los reinos europeos, particularmente con Gran Bretaña y con Francia.
Urquiza decidio autorizar, en una de sus primeras medidas de gobierno, aquello que las fuerzas anglofrancesas no habian podido obtener por las armas: la libre navegacion de los rios interiores.
Esta decision de Urquiza anticipo alguna de las caracteristicas del periodo que se inicio en 1852. Muy pronto, aquel Estado nacional recien organizado establecio con Gran Bretaña un vinculo economico y financiero que permitio al capital britanico ejercer un control inusual de los principales resortes economicos del Estado Argentino. Este dominio se mantendria, con escasos momentos de oposicion, hasta mediados de la decada de 1940.
En el periodo que se extiende entre los años 1852 y 1880, se construyeron las bases de un modelo de Estado nacional basado en una economia liberal y agroexportadora, muy fuertemente vinculada al mercado externo. En este proceso, el Imperio Britanico, directa o indirectamente, fue obteniendo el manejo de la mayoria de los servicios publicos, navegacion, los medios de comunicacion y los frigorificos, entre otros de sujecion al capital financiero inglés cuyo origen se remonta a 1824, cuando Rivadavia decidio la contratacion del primero emprestito, con la casa Baring Brothers de Londres.
Este periodo de las relaciones entre Gran Bretaña y la Republica Argentina, modelo una politica exterior subordinada a los intereses de la metropoli britanica, configurado un vinculo que muchos autores han caracterizado como "neocolonial". Naturalmente, durante este periodo no se le presto ninguna atencion a los reclamos soberanos de la Argentina en relacion con las Islas Malvinas.