El 24 de marzo de 1976 se produjo el golpe civico-militar que derroco al gobierno constitucional de Isabel Martinez de Peron e instauro el autodenominado Proceso de Reorganizacion Nacional.
La visibilidad que habia alcanzado el confllicto por las Islas Malvinas, con la tension provocada por el envio de la Misión Shackleton, desaparecio por un tiempo de la consideracion publica y fue sustituida por otras tensiones internas, fruto de la aplicacion de los planes economicos y politicos del gobierno de facto.
El aumento de la desocupación, la caida de los salarios, la inflacion, el endeudamiento externo y la durisima represion y la ausencia completa de libertad politica no pudieron ser compensadas por los privilegios economicos que la politica economica del gobierno les otorgo a los sectores altos y medios de la poblacion. Poco a poco, comenzaron a hacerse sentir fuertes signos de malestar y resistencia, en particular entre los trabajadores, cuyas organizaciones sindicales abrieron la lucha contra la dictadura militar, al llamar a un paro general apenas un año depsues del golpe.
También la represión ilegal produjo un potente efecto boomerang, al generar condiciones para el nacimiento de organizaciones que, nucleadas alrededor la consigna de la defensa de los derechos humanos, ampliaron los espacios de resistencia al regimenn.
Sin embargo, a pesar de este crecimiento en la actividad de resistencia al regimen, la oposicion interna no alcanzaba a reunir fuerzas suficienes como para imponer un retorno a la democracia. Durante los primeros años del golpe militar, el regimen de facto no encontro mayores dificultades para cumplir sus objetivos.