Como se ha narrado en anteriores capitulos, era antigua la aspiracion inglesa de obtener asentamientos en la costa atlantica de Sudamerica (Especialmente en el Rio de la Plata, Patagonia e islas del Atlántico Sur), para asegurar su penetracion comercial, implantar su influencia politica y controlar el trafico maritimo por el Estrecho de Magallanes hacia las posesiones españolas del Pacifico, la navegacion al Extremo Oriente y Australia.
Utilizando a Portugal, que era su protectorado desde 1661, Inglaterra habia logrado hacer pie en el estuario rioplatense con la fundacion de la Colonia del Sacramento (1680) en la orilla oriental del Plata, desde donde introducia sus productos y se llevaba la plata y el oro cuya extraccion estaba prohibida por las leyes españolas.
Era el "nido de contrabandistas" que, luego de varias guerras y campañas, en que cambio de manos cinco veces, quedo en posesion de la gobernacion de Buenos Aires, En ese lapso (1680-1776), Gran Bretaña intento consolidarse en el enclave de Colonia, incluida la invasion ango-portuguesa de 1763, que termino con la aplastante derrota britanica en el ataque a Colonia del Sacramento.
La segunda tentativa fracasada, entre 1766 y 1770, con la ocupacion de la isla occidental de Malvinas, llamada Trinidad por los españoles, de la que fueron desalojados a cañonazos por la expedicion de Madariaga enviada desde Buenos Aires, no amilano a los britanicos, resueltos a hacerse de una base en el Atlantico Sur que estimaban indispensable, tal como lo explicaba el Lord del Almirantazgo con cuyo nnombre, Egmont, se bautizo el fuerte malvinense de corta vida: "Este establecimiento es indiscutiblemente la llave de todo el Oceano Pacifico".
El "Western Design" (Plan Occidental) catecismo de dominio y expansion de Gran Bretaña, elaborado en tiempos de Cromwell (160) base inamovible, aunque cambiante en las tacticas. Cuando las guerras, conveniencias internas o externas o limitaciones de las alianzas internacionales le impedian la accion militar de conquista, Inglaterra acumulaba informacion abundante sobre los territorios ambicionados. Para ello, nada mejor que sus famosos "viajeros", cientificos, mercantiles, artisticos o simplemente curiosos, de los que esta llena la literatura y la historia americana y rioplatense. Era espias y relevadores de las riquezas de las regiones que recorrian, que redactaban minuciosos "ingormes", a veces convertidos en "Memorias". "Diarios" o "Notas de Viaje".
