20 mar 2017

El macrismo tiene estancado el reclamo por la Soberanía de nuestras Islas Malvinas

El presidente Macri y una desafortunada frase que refleja lo que para él
significan las Islas Malvinas
Músico de diferentes vertientes llevan las Islas Malvinas estampadas en sus remeras, distritos con su nombre, un museo dedicado por completo al archipiélago, monumentos en todo el país, pintadas y murales a lo largo y ancho de la Argentina demuestran lo fuerte que está instalado en nuestro pueblo la reivindicación de las islas.
Ni siquiera la derrota de 1982 aminoró el deseo de recuperarlas, es más seguramente lo incrementó hasta convertir a las Islas Malvinas en uno de los sueños compartidos por la mayoría de nuestros compatriotas.

Cristina Fernandez levantando en alto la
soberanía de nuestras Malvinas
El Gobierno argentino ha pedido por décadas en foros internacionales la soberanía de las Malvinas que son controladas por Londres desde el siglo XIX aunque están a menos de 500 de kilómetros de nuestras costas. Esta reinvindicación tomó especial relevancia en los gobiernos de Nestor y Cristina Kirchner, en los que se convirtió en una Causa Nacional de reivindicación de soberanía, logrando el apoyo de numerosos países en especial los latinoamericanos y siendo escuchados en las discusiones de las Naciones Unidas.

Al asumir hace 15 meses, el presidente liberal Mauricio Macri mantuvo la demanda pero convertida más en una formalidad obligada que en un sincero intento de recuperación de las islas.
Da la sensación que el presidente Macri impulsa una relación amistosa con el Reino Unido, de dudosa conveniencia para la Argentina, en la que no importaría sacrificar la soberanía de las mismas a cambio de una sonrisa del gobierno británico.

Base petrolera británica en Malvinas
Como prueba del cambio de clima promovido por la Alianza Cambiemos, la Argentina firmó el año pasado con Gran Bretaña un tratado bilateral para avanzar en aspectos comerciales, científicos y humanitarios, dejando de lado el tema de la soberanía y temas también muy importantes como ser la militarización creciente del archipiélago y las perforaciones en la búsqueda de gas y petróleo que se realizan en la zona y que tendrían un verdadero impacto económico para el que detente la posesión real de las Islas Malvinas.
Este último es quizás el mayor interés británico por las islas: el económico.

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