Para el derecho internacional público, el concepto de territorio comprende todos los espacios terrestres y marítimos que están bajo soberanía y/o, jurisdiccion de un Estado.
Esto significa que, desde su presentación ante la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, Argentina ha informado oficialmente a la comunidad internacional que su territorio alcanza una superficie de unos 10.400.000 kilómetros cuadros, entre espacios terrestres continentales e insulares y los espacios marítimos correspondientes.
Esta presentación implica un cambio sustancial en relación al cálculo tradicional que informaba que la superficie de la República Argentina era de 2.791.810 km2, ya que en esa cifra solo se consideraba al territorio continental argentino y al archipiélago de las Islas Malvinas.
Esa antigua representación fijada en el conocido mapa que representaba la Antártida Argentina en un pequeño recuadro de una escala inferior al resto, viene a confirmar lo expresado en el apartado "Cartografía de las Islas Malvinas", de este mismo capítulo: "Los mapas son un producto de la mirada del cartógrafo y expresan un punto de vista". Basta echar una mirada atenta al nuevo Mapa Politico de la República Argentina que se ofrece al comienzo de este capítulo como el representado por COPLA a la Convención sobre los Derechos del Mar, para advertir que estas cartografías nos proponen un profundo cambio de punto de vista: entre otras, la nueva representación cartográfica despliega la totalidad de la superficie territorial del país a igual escala, promoviendo de ese modo una mirada que no privilegia una zona sobre otra, al contrario, nos propone una visión integral e integrada de nuestro propio territorio. Lo primero que pone de relieve esta representación es el carácter bicontinental de la República Argentina.
Esto, por su parte, pone en evidencia el valor del Atlántico Sur y de sus archipiélagos como visagra unificadora de esa bicontinentalidad. Finalmente, otro de los cambios de valoración que sugiere la nueva cartografía oficial es el hecho de que esa región del Atlántico Sur y sus archipiélagos, junto con Tierra del Fuego, han pasado a ocupar el centro geográfico de la República Argentina, desplazando a la ciudad de Buenos Aires que, en la antigua cartografía, tenía reservado ese lugar central,