Tanto al firmar la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar en 1982 como al ratificarla en 1992, la Argentina hizo una declaración por la que hacía expresa su reserva con la relación a la "Cuestión de las Islas Malvinas", reafirmando que ese tema se encuentra regido por las resoluciones especificas de la Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptadas en el marco del proceso de descolonización.
En estas oportunidades, el Gobierno Argentina manifestó que, en las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y en sus áreas marítimas correspondientes, no reconoce ni reconocerá la titularidad ni el ejercicio por cualquier otro Estado, comunidad o entidad de ningún derecho de jurísdicción marítima que vulnere los derechos de la República Argentina. En esa declaración, manifestó además que "tampoco reconoce ni reconocerá y considerará nula cualquier actividad o medida que pudiera realizarse o adoptarse sin su consentimiento con referencia a esta cuestión", ya que cualquier acto de esa naturaleza " es contrario a las resoluciones adoptadas por las Naciones Unidas, cuyo objetivo es la solución pacífica de la disputa de soberanía sobre las Islas por la vía de las negociaciones bilaterales y con los buenos oficios del Secretario General de las Naciones Unidas".
Estas declaraciones ratifican el hecho reiteradamente denunciado acerca de que la presencia del Reino Unido en los Archipiélagos australes deriva de la usurpación de 1933 de una parte del territorio nacional argentina, la cual fue inmendiatamente protestada y nunca consentida por la República Argentina.
La existencia de esta disputa de soberanía entre la República Argentina y Reino Unido sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes (incluida la plataforma continental) ha sido reconocida por las Naciones Unidas, la OEA y otros foros y organismos internacionales y regionales, quienes han efectuado numerosos llamamientos para que ambos países reanuden las negociaciones de soberanía hasta alcanzar una solución justa, pacífica y definitiva de la controversia.
El Reglamento de la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de las Naciones Unidas establece que "en caso de que haya una controversia territorial o marítima, la Comisión no considerará ni calificará la presentación hecha por cualquiera de los Estados Parte en es controversia".
Este organismo, por lo tanto, no podrá considerar ni pronunciarse sobre una eventual presentación británica en relación con las Islas Malvinas, Georgias del Sur o Sandwich del Sur, ya que la Argentina la ha objetado a raíz de la existencia de la disputa de soberanía sobre dichos archipiélagos, ratificada en los citados organismos internacionales desde hace década.