Ajenos a los actos que lenta o precipitadamente se van sucediendo en torno a la reunion soberana de la recuperacion de las islas Malvinas, el pueblo sigue disfrutando en Playa de Mayo.
Un unico motivo lo ha guiado y a el dedica su alegria contagiable: la accion emprendida por nuestras fuerzas armadas.
El anuncio de que el gobernador Hunt se rindio incondicionalmente, se sale de los altoparlantes, en instantes en que Galtieri aparece en los balcones de la Casa de Gobierno. El presidente no ocultara su emocion al ser entrevistado por una radio nacional.
Luego dialoga desde su altura con el publico que, alla abajo, ocupa las primeras filas de la enorme concentracion. A las 14.30 comienza a hablar a los presentes, y pot toda la television y la red radioemisora "en directo" a quienes desde sus hogares siguen las alternativas del proceso que se va desarrollando en Plaza de Mayo. La expectativa ese día. El pais depende de estos sucesos.
"Aceptaremos el dialogo despues de esta accion de fuerza, pero con el convencimiento de que la dignidad y el orgullo nacional han de ser mantenidos..." diria el presidente, y agregaria: "recien hemos comenzado con la actitud de recuperar las Malvinas y toda su zona de influencia, y flamea la bandera argentina en nuestras islas".
Bandera, escarapelas llenan de celester y blanco la plaza. El pueblo argentino se ha nucleado. Respondiendo a la convocatoria, se va denominado de un nuevo sentido nacional. Demostro que mas alla de las contigencias, de toda la naturaleza, mantiene viva la llama de su argentinidad.
Alli estaba, creyendo. Por eso fue -por llamarlo asi- una de sus fiestas mas puras: Creyo y no retaceo su presencia.
Quizas fue necesario este rebrote de orgulo nacional que muchas veces parecia aletargado. El pueblo, una vez mas, ha respondido.
En nuestras islas, como en Plaza de Mayo, como en todos los edificios humildes y caros, particulares y publicos, entretando flamea una misma bandera...
La bandera celeste y blanca.