Sabese que Puerto Egmont fue evacuado el 22 de mayo de 1774, dos años y ochos meses despues de la reocupacion. El teniente Samuel William Clayton habia sido nombrado comandante en 1772, y alli residia desde hacia dos años con algunos oficiales, 18 marineros y 23 soldados de marina. NO habia un solo colono; nada que indicase algun designio de explotacion Una chalupa, el Pinguin, bastaba para servicio del establecimiento. En los primeros dias de mayo de 1774, la guarnicion vio reaparecer al trasporte Endeavour que la habia traido; pero en vez del nuevo personal y de los viveres esperados, traia la orden de evacuacion. En algunos dias fueron embarcados hombres y efectos, asi como las casillas desmontables de madera; y el Endeavour volvio a hacerse a la vela no dejando en Puerto Egmont, como señales durables de la ocupacion que sigue, grabada en una placa de plomo, fue fijada sobre una parte saliente del recinto.
"Que sea notorio a todas las naciones que las islas Falkland, asi como este Fuerte, los Almacenes, Diques, Abras, Bahia y Ensenadas que de ellas dependen, pertenecen por derecho unicamente a Su muy sagrada Majestad George III, Rey de la Gran Bretaña, Francia e Irlanda, Defensor de la Fe, etc. En fe de lo desplegados y enarbolados, como una marca de posesion, por Samuel William Clayton, Oficial comandante de las islas Falkland, el 22 de mayo de 1774.
¿Resuelve el documento arriba citado, definitivamente -y por la negativa- la discusion suscitada a proposito de un pretendido acuerdo secreto entre ambos paises para la restitucion de Puerto Egmont? Seria demasiado ingenuo creerlo. Bien ha podido el gobierno ingles comprometerse en este sentido y hasta -como se ha visto- mantener su compromiso segun la conveniencia del momento, sin prohibirse por eso un viraje de bordo en lo porvenir. A una tal eventualidad habria respondido la declaracion del oficial Clayton. La politica antigua de estos escamoteos. Es conocida la precaucion maquiavelica de disimular diestramente, en todo contrato que se firma, una causa futura de nulidad: eso era de excelente diplomacia, sobre todo para uso del mas fuerte. El recurso de hacer violar por un agente lejado -que se desautorizaba cuando era necesario -un arrenglo terminado a la faz del mundo, era tambien de empleo diario y precioso; con mas razon cuando no se trataba mas que de un pacto secreto y hasta de una promesa verbal, sostenia unicamente por la memoria o la buena fe de los interesados...
La creencia en un acuerdo secreto para el abandono mas o menos proximo de Puerto Egmont por Inglaterra, se hizo general al dia siguiente del conglicto. Ademas de los rumores que circulaban en Madrid, se le encuentra expresada en varias obras inglesas contemporaneas, tan considerables como la Historia de Miller, la Geografia de Guthrie, el Diccionario de Brookes, etc. No es posible asignarle aqui un origen español. Sin embargo, habiendo el enviado Moreno aludido a ella en su Memorial, lord Palmerston, en su respuesta, exhibio la correspondencia cambiada de 1772 a 1774 entre el ministro y el embajador ingles en Madrid, de la que parecia resultar efectivamente que la evacuacion de Puerto Egmont habia obedecido a conveniencias de presupuesto, y de ningun modo a la ejecucion de un compromiso contraido, y menos aun -como la escribia Rochford al embajador, anunciandole esta noticia- "a pedido de la corte de Francia". ¿Para que tantas reservas y precauciones, si alli no habia nada? Es que, sin duda, habia algo; en visperas de un cambio de reinado en Francia, cambio que coincidia con este grave recodo de la historia que fue la insurreccion de las colonias americanas, la Gran Bretaña sentia necesidad de aminorar las dificultades de su situacion, conciliandose con España. El abandono aparente o real de Puerto Egmont, le aparecio como un do ut des, donde ganaba mas de lo que perdia, sobre todo si, con su duplicidad acostumbrda, retenia con un hilo invisible la presa que parecia soltar.