El gobernador de Buenos Aires, y representante de las relaciones exteriores de la Confederación Argentina, Juan Manuel de Rosas, en su mensaje a la Legislatura del 31 de diciembre de 1835, fijó la posición de su gobierno sobre la cuestión Malvinas.
"Después de haber replicado nuestro ministro en Londres satisfactoriamente el año de 1834 a la contestación que dio el ministro de S.M.B. con respecto a la protesta que le fue dirigida contra la ocupación violenta de las Islas Malvinas por fuerzas inglesas, no ha continuado aquella negociación, y el gobierno jamás desistará de su empeño de reclamar también de la justicia del gabinete británico reconocimiento de los claros e incuestionables derechos de la República a aquellas Islas y la competente reparación.
Ante la falta de respuesta británica, Rosas persistiría en su política de no pagar la deuda contraída con la banca Baring, en tiempos de Rivadavia.
En 1838 Rosas dio instrucciones al cónsul argentino en Londres, Manuel Moreno, para iniciar una negociación consistente en canjear las Islas Malvinas por la deuda pendiente. Ésta fue una estrategia diplomática de Rosas. Su objetivo era provocar el interés británico en el trueque, cosa que hubiera significado, si se aceptaba la propuesta, un reconocimiento implícito de que las Malvinas era por derecho territorio de la Confederación Argentina.
La idea era, una vez obtenido el interés británico, obstacular el acuerdo, quedándose con un poderoso argumento para discutir la soberanía sobre las Islas. Finalmente, la operación no obtuvo los resultados esperados y fue abandonada.