El capitán Byron, fue llamado en 1764 al comando de la fragata Dolphie que, acompañada de la corbeta Tamar, dirigiase, decían, a las Indias Orientales.
Era una ficcion -a blind, confiesan los documentos ingleses- para ocultar el verdadero fin del viajes: una exploracion clandestina en los mares del sur y, ante todo, la repetición del programa de Anson, interrumpido tiempo atras por España. El secreto fue bien guardado; no se revelo a los tripulantes antes de la salida de Rio, el 22 de octubre de 1764. Después de tocar de noviembre en buscar la isla Pepys, sin parecer preocuparse en particular por las Falklands; y la segunda, hasta el 4 de enero de 1765, en recorrer el estrecho hasta el cabo Froward, con el solo fin "de abastecerse ahí, cómodamente, de madera y agua". Terminado esto -cómodamente- se retrocedió para volver a encontrar las Falklands de las que, al venir, se había pasado a pocas millas de distancia...