La extensión de la plataforma continental: misión de la Armada en la zona de litigio con Gran Bretaña
Enviarán al buque Puerto Deseado
La Argentina lanzará el mes próximo una campaña para delimitar su plataforma continental exterior. Antes de mayo de 2009, todos los países deben presentar en la ONU los informes técnicos que avalen los pedidos de aumentar de 200 a 350 millas náuticas las zonas de uso económico exclusivo del suelo y subsuelo marítimo. Y la etapa final del trabajo argentino llevará la investigación a aguas en litigio: el buque oceanográfico Puerto Deseado explorará durante dos meses una región desde el norte de las islas Malvinas hasta las islas Georgias. Fuentes que conocen el movimiento marítimo aseguran que los navíos oficiales argentinos no pasan por esa región, para no dar motivos a incidentes diplomáticos con el Reino Unido. En 2006, hubo una excepción a esa norma no escrita y tuvo como consecuencia una controversia entre Buenos Aires y Londres por la navegación del rompehielos Irízar dentro del área considerada por los británicos como de uso económico exclusivo del gobierno malvinense. Ni antes ni después de esa polémica naval se registraron pasos de buques argentinos por el sector con soberanía en disputa. En septiembre del año último, la Cancillería protestó al trascender un trabajo similar realizado por Gran Bretaña. La orden del canciller Jorge Taiana fue entonces acelerar la investigación argentina, para incluir en la presentación ante las Naciones Unidas la zona en disputa con el Reino Unido.
Los gobiernos de la Argentina y de Gran Bretaña cortaron el año último todas las conversaciones sobre este tema. Londres ofreció realizar en conjunto las labores técnicas para delimitar la plataforma continental en el lugar de litigio, pero no tuvo respuesta por parte de la Casa Rosada. Diferir una contestación significa en el lenguaje diplomático rechazarla sin levantar tensiones. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner intentará hablar en Londres sobre la disputa de la soberanía sobre las islas Malvinas y Georgias. Estará el 4 y el 5 del próximo mes en la capital política del Reino Unido, invitada por el primer ministro británico, Gordon Brown, para participar del Foro de Líderes Progresistas. Si bien no será una visita de Estado, ya que Brown cursó el convite en su carácter de presidente del Partido Laborista, la Casa Rosada espera reinstalar en esa ocasión la agenda bilateral de Malvinas. Pero para realizar la operación científica argentina en las cercanías de las islas Malvinas y de las Georgias se trata de la última ocasión, dado el período estimado en dos meses de navegación para tomar las muestras sísmicas y topográficas del fondo del mar, además del necesario trabajo posterior de procesamiento de los datos obtenidos por el buque Puerto Deseado.
Un navío modernizado Ese navío pertenece a la Armada y es operado bajo requerimiento del Servicio de Hidrografía Naval, hoy insertado en el organigrama del Ministerio de Defensa. Frente a la necesidad de completar el relevamiento de la plataforma continental exterior se modernizó el equipo del Puerto Deseado, con la incorporación de un sistema batímetro monohaz de aguas profundas, y el sistema de procesamiento Hypack. Las pruebas desarrolladas antes de esta expedición apuntan a que la tecnología del Puerto Deseado puede relevar el fondo marino en profundidades de 5000 metros. Esa modernización del buque oceanográfico le permitirá completar técnicamente la misión. Y la decisión política del Gobierno habilitó la navegación en aguas que hasta ahora se evitaban. La ministra de Defensa, Nilda Garré, había señalado el 3 del actual en Puerto Belgrano "la inestimable importancia que tendrá la participación del buque oceanográfico ARA Puerto Deseado en los trabajos de delimitación de la plataforma continental argentina". También señaló Garré "la significación creciente que tiene todo lo relacionado con la plataforma continental, respecto de la cual nuestro país debe concluir los trabajos de delimitación, y el renovado valor geopolítico de la región sur atlántica".
La posibilidad abierta por las Naciones Unidas implica para la Argentina sumar a la soberanía nacional más de 1.000.000 km2 , según las estimaciones de la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (Copla). Esa extensión posible a las 350 millas náuticas de la zona de uso exclusivo económico se refiere a la explotación del lecho marítimo, no de los recursos vivos, para lo cual seguirá vigente el límite de 200 millas náuticas. La ampliación tendrá un fuerte impacto sobre las reservas petroleras de cada país. La Argentina quedó retrasada en su presentación, ya que por problemas de financiamiento de los trabajos no se cumplió con el primer plazo fijado por las Naciones Unidas, vencido en 2005. Se cuenta ahora con la fecha final de mayo de 2009 para presentar los estudios técnicos que avalen la propuesta de incrementar el límite marítimo de nuestro país. El informe que prepara la Cancillería debería fortificar la posición sobre la soberanía de los territorios insulares argentinos, por eso se programó esta expedición en el Atlántico. Los recursos financieros para el proyecto son aportados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con un gasto estimado en 18.645.026 pesos.
Por Daniel Gallo
De la Redacción de LA NACION