4 may 2015

"Islas miserables"

Despues del segundo alegato presentado por Manuel Moreno en Londres, el 24 de diciembre de 1834, ignorado, como hemos visto, por el gobierno ingles, las reclamaciones se reanudan el 18 de diciembre de 1841 y el 18 de febrero de 1842. Esta ultima fue contestada por el canciller, lord Aberdeen, con lenguaje tipicamente imperialista: "El gobierno britanico no puede reconocer a las Provincias Unidas el derecho de Alterar un acuerdo concluido cuarenta años antes de la emancipacion de estas, entre Gran Bretaña y España. En lo concerniente a su derecho de soberania sobre las Malvinas o Falkland, la Gran Bretaña considera este arrenglo como definitivo; en ejercicio de este derecho acaba de ser inaugurado en estas islas un sistema permanten de colonizacion. El gobierno de S.M.B. comunica esta medida al señor Moreno al mismo tiempo que su determinacion de no permitir ninguna infraccion a los derechos incontestables de Gran Bretaña sobre las islas Falkland".
Estas aseveraciones son pura invencion y falsedad. Jamas hubo acuerdo entre España y Gran Bretaña para que essta ultima tuviese algo que ver con el archipielago, sino al reves; por el acuerdo de 1771, Inglaterra reconocia la soberania española exclusiva sobre las islas Malvinas, luego de desalojar Puerto Egmont.
Al respectp, el jurista norteamericano Julius Goebel señala: "...resulta evidente que la tesis inglesa de que la Confederacion Argentina no podia ser parte interesada en una causa arreglada Entre España e Inglaterra, carece totalmente de fundamentos legales. El derecho de la Nacion Argentina a ocupar el lugar de España respecto de la soberania sobre las Malvinas quedo establecido por la revolucion victoriosa y por la afirmacion del mantenimiento de la soberania sobre las Malvinas, incluso frente a España. Cuando Gran Bretaña ocupo las islas en 1833, las consecuencias legales fueron las mismas que si las islas no hubieran dejado nunca de pertenecen a España". Pero, Gran Bretaña cerro el debate con la orgullosa manifestacion de lord Aberdeen que hemos transcripto.
Las reclamaciones no dejaron de hacerce jamas, por parte de los gobiernos argentinos, especialmente enfaticas durante las primeras decadas siguientes a la ocupacion. Entre 1835 y 1852, el gobierno de Rosas renovo, año a año, las protestas, documentando en sus mensajes anuales a la Legislatura el derecho argentino a las Malvinas. Al mismo tiempo, como ya se ha visto, no se descuidaron las reclamaciones ante el gobierno de los EE.UU. por el atropello de la "Lexington", una de las primeras acciones del representante argentino en Washington, Carlos Maria de Alvear, al reanudarse las relaciones diplomaticas, suspendidas durante 17 años, precisamente por el entredicho por la actitud norteamericana.
En 1848, en plena contienda de la Confederacion Argentina contra la flota anglo-francesa de intervencion en el Plata, un mienbro de la Camara de los Comunes inglesa, William Moles-Worth, manifiesta que "...las miserables islas Malvinas, donde no crecen arboles, islas habitadas por los vientos, que desde 1841 nos han costado 45.000 libras, sin beneficio alguno, deben ser devueltas al gobierno de Buenos Aires, que justamente las reclama". En 1849, Gran Bretaña capitula, poniendo fin a su intervencion militar en el Plata, afirmando el Tratado Arana-Souyhern, la mas importante victoria diplomatica obtenida por la Argentina. Ese mismo año, el gobierno argentino ratifica las reclamaciones sobre ilegal ocupacion de las islas Malvinas, para posibilitar la existencia de alguna economia para los escasos colonos y de paso reafirmar su posesion.